ARTÍCULO NO. 2
DIFERENCIA ENTRE SOCIALISMO E INTERVENCIONISMO
“La
intervención es una disposición particular dictada de forma autoritaria por el
poder social mediante la cual se obliga a los propietarios de los medios de
producción y los empresarios a emplear esos medios de manera diferente a como
lo harían en otro caso…” Ludwig Von Mises
Hablando
en términos generales, muchas personas tienden a relacionar al sistema de
producción Socialista con otro sistema complementario al que se le denomina con
el nombre de Intervencionismo. Sin embargo, ambos poseen entre sí, ciertas
diferencias en su aplicación mismas que merecen ser explicadas.
En cuanto
al Socialismo de Karl Marx y Frederick Engels, es importante destacar que este
sistema político y económico, parte de la premisa de que el Capitalismo liberal
con todas las ventajas que ofrece, tales como la libertad, la propiedad privada
y el libre mercado, es un sistema injusto para las mayorías pobres que se
debaten –según ellos- en la más extrema de las pobrezas gracias a la riqueza de
los capitalistas.
De esa
cuenta propugnan por la abolición particularmente de la figura de la propiedad
y también del libre mercado, ya que considera que ambos son obstáculos para
lograr condiciones de igualdad y de justicia social para la redistribución de
la riqueza, premisas que justifican de esta manera sus intenciones
totalitarias, puesto que una vez eliminada la propiedad privada sobre los
medios de producción, esta pasará a
manos del Estado inicialmente, bajo la figura socialista, para que en un
estadio superior de la evolución de esta sociedad utópica, se pueda transferir
dicha propiedad ahora sí, a la sociedad, siendo este el escenario Comunista.
Estas a
todas luces ilusorias intenciones por parte de un sistema de gobierno que es
impuesto por la fuerza a los ciudadanos, no consigue más que generar
distorsiones en la producción y en el orden espontáneo del mercado, las cuales
van en detrimento del desarrollo de la sociedad, la cual por encontrarse
supeditada al poder de un ente superior “omnisciente”, carece de voluntad de
actuar de forma libre, viendo limitadas sus aspiraciones y deseos. Esto es así
la figura del Socialismo.
Ahora
bien, pasando al sistema Intervencionista, puede decirse que este es el
resultado de las ideas y teorías del destacado intelectual inglés John Maynard
Keynes, quien partiendo de un análisis un tanto impreciso del sistema
capitalista y del Socialismo, plantea así, que ninguno de los dos logra
satisfacer las necesidades y deseos de los individuos, por lo cual teoriza
acerca de un sistema híbrido, que pueda combinar “lo mejor de ambos sistemas”,
surgiendo de ahí la corriente intervencionista.
Esta
doctrina económica, ha sido conocida con varios nombres tales como: “Keynesianismo”
–en honor a su ideólogo principal- , “Tercera vía”, y también como “Estado
benefactor”. En cualquier caso sus características principales, van orientadas
a asignarles a los gobiernos más funciones de las que originalmente se les ha
permitido ejercer dentro de un sistema libre. Debe recordarse que la palabra
“Constitución” significa “Gobierno limitado”, lo que implica restringir los
poderes del ente estatal precisamente para que funja como árbitro del sistema
mediante la observancia de ciertas normas legales mínimas y cuya función
consiste así en garantizar que nadie perturbe el derecho de los demás con sus
acciones.
Sin
embargo, cuando dicho ente comienza por la ampliación de sus poderes otorgados
de forma arbitraria a brindar servicios que el mercado no le está demandando,
es ahí cuando comienza su función interventora, puesto que si bien este sistema
a diferencia del socialismo si acepta la presencia de la propiedad privada
sobre los medios de producción, le establece ciertos límites, de tal cuenta
que, puede si así lo desea, influir en los precios de los bienes de capital,
tales como los salarios, los precios de las materias primas y de los insumos,
lo cual ocasiona toda una serie de distorsiones dentro del mercado que provocan
paulatinamente la exclusión sistemática de las demás empresas que si son
productivas.
Estas
situaciones al final, derivan en otros fenómenos que afectan a los consumidores
y que son provocados de igual manera por el establecimiento de precios máximo a
los bienes y servicios, lo cual genera una escasez cada vez mayor, aparte de
que de la misma manera, los recursos que se destinaban a la inversión en
actividades que si eran eficientes y por ende productivas, se trasladen a otras
que siendo de origen estatal son per se ineficientes.
De esta
manera, gracias al intervencionismo estatal, lo único que se consigue es
premiar a quien no tiene la capacidad de generar rentas que permitan generar
inversiones atractivas y que podrían generar así mayores fuentes de empleo y
una mejora implícita en los salarios, lo cual derivaría en un mayor bienestar
para la sociedad.
Se ha
justificado este sistema interventor, como la “mejor salida” ante las crisis
que supuestamente el Capitalismo libre ha ocasionado –lo cual es totalmente
falso- y que no puede resolver, con lo cual en tiempos de crisis se hace
necesario que el Estado intervenga en la economía.
La
anterior falacia, no ha sido más que la justificación para incubar de esta
manera sociedades que a lo largo de los años, se han mal acostumbrado a
depender de los gobiernos, otorgándoles así y casi sin darse cuenta, cada vez más
poderes, lo cual aumenta no solamente su intromisión en todos los asuntos de la
economía, sino que además adquiere una mayor injerencia en la vida privada y
hasta familiar en la sociedad, lo cual no puede ser permitido.
Es por lo
tanto de suma urgencia limitar la acción estatal, eliminando de tajo las
acciones intervencionistas, ya que éstas solamente son el preámbulo para la
consecución de los enemigos de la libertad del maldito ideal socialista.
“Aparece aquí la siguiente alternativa: o bien
establecemos una regla en virtud de la cual se permite que todos y cada uno de
los individuos tengan propiedad plena y completa, o podemos también fijar una
normativa en el sentido de que la propiedad no sea tan absoluta…” Murray N.
Rothbard
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
1. Von
Mises, Ludwig. Crítica del Intervencionismo (El mito de la tercera vía). (2001)
Unión Editorial, España.
2. Rothbard,
Murray N. La ética de la libertad. Segunda edición (2009). Unión Editorial,
España.
Quetzaltenango, 29 de abril de 2014.
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