COMENTARIO NO. 2
LAS BASES FILOSÓFICAS DE PLATÓN Y
SUS CONSECUENCIAS HISTÓRICAS
No cabe duda de que Platón, dentro del contexto de la doctrina
historicista, fue por decirlo de este modo, uno de los primeros teóricos de la
sociedad y cuya influencia trascendió a través de los siglos, de ahí que puede
afirmarse que la sociología entendida por este filósofo, viene a ser de esta
manera una combinación de especulaciones y una profunda observación de los
hechos.
En función de lo anterior, y haciendo referencia a La Republica, en dicha obra expresa que todo lo que tiende a
preservar y conservar puede definirse como el bien, mientras que todo aquello
que destruye y corrompe puede en contraposición identificarse como el mal. De
ahí que todo aquello que posee un alma tiene a cambiar y cuando esto sucede
indefectiblemente son arrastradas por el orden y su destino inminente, con lo
cual se comprueba una vez más, la influencia
historicista por la cual el destino del hombre no puede ser cambiado,
modificado o alterado, lo cual en definitiva, resulta ser una afirmación muy cuestionable.
Lo anteriormente expuesto permite así deducir de la misma manera que
para Platón el cambio es algo inaceptable que representa al mal, mientras que
el reposo estático e inmutable, es por el contrario la representación de lo
divino, como si con esto estuviera dando a entender que esta condición es el
estado excelso del hombre, lo cual contradice al enfoque austríaco de la
ciencia económica, por el cual la acción humana es la que permite el progreso
de las civilizaciones gracias a que en definitiva, el ser humano no puede
permanecer en un estado estático que le inhiba para actuar de acuerdo a sus
propios objetivos e intereses muy particulares.
De esta manera es como muy sutilmente Platón lleva a sus discípulos a
aceptar gradualmente y bajo el principio de la inmutabilidad historicista, la
figura del Estado como el ente interventor que ha de preservar esa condición ya
que parte puesto que el destino del hombre ya se encuentra definido porque la
historia así lo “demuestra”, es así como el ente gubernamental debe hacerse
cargo de que los ciudadanos lleguen por sus “buenos oficios” a su destino
inminente.
Es así como surge la figura del Estado perfecto, en el cual existe una
distinción de clases bastante rígida, toda vez que el régimen esclavista era
sumamente característico en la antigua Grecia. Asimismo, puede notarse el hecho
de que mediante la división de clases y castas, se logra la perfección del
Estado, y yendo aún más lejos, puede apreciarse que en función de dichas castas
se conceden asimismo ciertos privilegios principalmente entre la clase
gobernante que puede por ejemplo portar armas y recibir la mejor educación de
la época.
Quizás uno de los elementos que más llama la atención dentro de la
doctrina historicista estática, es el que se refiere a la eliminación tanto de
la prosperidad como de la pobreza, sin embargo, debe cuestionarse muy
seriamente esta premisa, puesto que los dos conceptos previamente mencionados
en términos económicos están íntimamente vinculados, ya que no es posible reducir
los niveles de pobreza de la civilización, sin la figura de la prosperidad
económica.
Todo lo anterior, lleva a concluir así que los principios filosóficos de
Platón, fueron el argumento que permitió siglos después tanto a Hegel como a
Marx, el planteamiento de sus teorías, las cuales distorsionaron en muchos
casos el pensamiento de los intelectuales y académicos en los siglos XIX y XX.
Bibliografía
Popper, K. R. (2015). La sociedad
abierta y sus enemigos.
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