ARTÍCULO NO. 4
LOS EFECTOS DEL ENVILECIMIENTO DE LA MONEDA EN
LA ESPAÑA DE JUAN DE MARIANA
“El envilecimiento de la moneda siempre ha
redundado en notable daño del pueblo y del mismo príncipe…” Juan de Mariana
La llamada Escuela de Salamanca del siglo XVI, permitió a través de
varios pensadores escolásticos españoles como Juan de Mariana, iniciar un
intenso debate económico, mismo que se extendió hasta finales del siglo XVIII,
período durante el cual se discutieron y analizaron aspectos relacionados con
el tema económico, entre ellos: el comercio exterior, la migración, los
impuestos, el poder de los soberanos y asimismo la adulteración o
envilecimiento de la moneda.
En este punto en particular, puede decirse que Juan de Mariana se
adelantó a su época evocando lo que en el futuro se conocería como la llamada
“Ley de Gresham”, misma que señala que la moneda mala sustituye a la buena,
haciendo referencia en este caso a la figura del envilecimiento de la moneda.
Resulta muy curioso el hecho de que, cuando los gobernantes en cualquier
lugar del mundo, ostentan más poderes de los que deberían poseer, esto les
induce indefectiblemente y con la finalidad de mantener su estatus de poder, a
extender en la misma proporción los alcances de los servicios que prestan los
gobiernos, lo cual en un momento determinado tiende, por la misma ambición de
los políticos partidistas, a salirse de control en el ámbito presupuestario.
Dicho de otra manera, lo que ocurre es que un gobierno con más poderes,
crea más dependencias y servicios estatales, mismos que por la naturaleza del ente
gubernamental no puede brindar eficientemente a diferencia de su contraparte
privada. Es por eso que tiende a recurrir a medidas que le permitan obtener más
recursos para financiar sus dependencias.
Uno de estos recursos es la creación de más impuestos ya sea al consumo
o a la renta y las utilidades, lo cual únicamente logra que los ciudadanos
tengan menos recursos para satisfacer sus necesidades, lo que a su vez limita
su demanda de bienes y servicios. El otro recurso del que los gobiernos pueden
hacer uso, lo constituye la expansión monetaria, lo cual significa crear dinero
“de la nada” o sea que, no posee ningún respaldo en reservas monetarias, lo
cual tiene como efecto inminente el fenómeno inflacionario.
De esa cuenta, los escolásticos como Juan de Mariana, descubrieron la
relación que existe entre el nivel de precios y la cantidad de dinero que se
encuentra en circulación, la cual es conocida hoy en día como la Teoría
cuantitativa del dinero. Dicha teoría plantea el hecho de que, cuando se
produce un proceso de expansión monetaria, automáticamente hay más dinero para
gastar, lo cual envía un mensaje a los agentes económicos, cuya respuesta en el
mediano plazo, será el incremento de los precios de los agentes productivos
como la tierra, el trabajo y el capital, lo que se traducirá en un aumento a su
vez, en el precio de los bienes y de los servicios, surgiendo de esta manera el
fenómeno inflacionario.
Es así como en el siglo XVII, y volviendo al análisis de Juan de
Mariana, éste critica de forma muy razonable las acciones del Rey Felipe III de
España, quien en aras de hacerse de mayores ingresos ante las limitaciones que
tenía para decretar más impuestos, decide acuñar monedas de vellón, las cuales
tenían un menor contenido de plata, por un total de ciento setenta y cinco
millones de Maravedíes de vellón, totalmente adulterados con metales de menor
valor como el cobre.
Esta situación contradice totalmente la línea de pensamiento escolástico
que señala que, el dinero posee dos valores: Un valor intrínseco natural que
responde a su contenido metálico (plata, oro, cobre) y, un valor extrínseco
legal fijado por el monarca, para lo cual ambos valores deben ajustarse. Es
evidente que al adulterar las monedas de vellón, se tergiversa con toda
plenitud ambos valores, ya que por un lado, se envilece la moneda con metales
de menor valor para que circule en el reino una mayor cantidad de dinero; y por
otra parte, que derivado de dicha adulteración del dinero, este posee un valor
legal resultado de una orden del Rey.
De todo este análisis retrospectivo, puede así concluirse que, los
mismos vicios e irregularidades que llevaron a cabo los soberanos españoles
durante los siglos XV al XVIII en materia monetaria, siguen poniéndose en
práctica en pleno siglo XXI, lo cual no es de sorprender toda vez que esa
cultura de corrupción y de malos manejos que vino de Europa a partir del
descubrimiento de América, encontró campo fértil en estas tierras y sigue
siendo el “modus operandi” predilecto, del sistema financiero en la mayor parte
de países latinoamericanos.
No cabe duda de que el amañamiento financiero, es una consecuencia de
esa nefasta herencia de la antigua realeza española, pero no debe olvidarse que
“No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante…”
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
1. Fernández Delgado, Rogelio. La ruptura del pensamiento económico
castellano en el siglo XVII: Juan de Mariana y Sancho de Moncada. Universidad
Complutense de Madrid; Facultad de ciencias Económicas y Empresariales. (2003).
Quetzaltenango, 16
de octubre de 2014.
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