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ARTÍCULO NO. 5

LOS SINDICATOS ESTATALES EN GUATEMALA

“Hemos llegado a un estado de cosas en que las asociaciones obreras se han convertido en instituciones privilegiadas a las que no se aplican las reglas generales de derecho…” Friedrich A. Hayek

Las organizaciones sindicales han sido siempre objeto de polémica en todo el mundo durante los últimos años, siendo en sus inicios creadas para la defensa de los derechos de los trabajadores; sin embargo, estos principios han sido tergiversados de una manera tal en la que ya han traspasado la barrera de los derechos individuales pretendiendo arrogarse facultades que no poseen y que van en detrimento de las empresas cuando son sindicatos privados y asimismo de las instituciones, cuando son estatales.

Tanto los primeros como los segundos en el devenir del tiempo, han procurado la obtención de ciertas mejoras en las condiciones laborales, que como se mencionó con anterioridad sobrepasan todo razonamiento posible, y es que lamentablemente en la mayoría de los casos, sus demandas no tienen fundamento.

 Pero hablando de los sindicatos estatales, es de notar que uno de los que más poder ostenta a nivel nacional es el sindicato Magisterial, el cual en muy mal momento cuenta con un liderazgo de tipo negativo, que lo único que pretende es por un lado manipular a los profesionales del sector educativo, para muchas veces alcanzar fines particulares que en la mayoría de los casos, tienen que ver con el pago de facturas políticas, mismas que son el resultado de las prebendas y concesiones que la dirigencia ha disfrutado, no así el gremio aludido con anterioridad. Y por el otro, buscan solamente un protagonismo político para justificar las donaciones que les otorgan los organismos internacionales, particularmente la Unión Europea.

 Este tipo de acciones, trae a la memoria el mismo tipo de actividades que ejerció el gobierno Marxista Leninista en la ex – Unión Soviética, en la cual sus máximos dirigentes eran quienes en nombre de un falso bienestar común recibían los mejores beneficios que su posición les proveía, mientras que el pueblo solo podía obedecer y contemplar los excesos de esa poderosa minoría política.

 Lo anterior sale a colación, puesto que de la misma manera detentan el poder los líderes magisteriales, para quienes el demandar mejoras salariales por ejemplo, es una obligación que debe proveerles el Estado paternalista, sin tomar en cuenta que este tipo de medidas solo provocan un aumento en el salario nominal, mismo que apoyado con la inevitable emisión de masa monetaria  o la contratación de préstamos, desencadenará el fenómeno inflacionario, con lo cual en el corto plazo será notorio que el salario real no bastará para cubrir el presupuesto familiar.

Y si bien llevar una vida digna es un derecho, ¿Qué se ofrece a cambio? Es verdad que constitucionalmente existe el derecho a la sindicalización (Artículo 102 de la constitución, inciso “q”); y sin embargo, las consecuencias de dicha figura son las que generan los resultados ya conocidos en el ámbito de la educación pública. ¿Por qué no en cambio se fijan los salarios por productividad dentro del magisterio? Por ejemplo; otorgar libertad al maestro para que trabaje ya no solamente seis horas, sino que sean en su lugar ocho horas diarias y que por supuesto le sean efectivamente pagadas. Otra propuesta puede ir dirigida a que el maestro que demuestre un mayor nivel académico, también sea mejor remunerado. Es un hecho evidente que la mayoría de maestros del sistema público no se superan en lo académico por varias razones, muchos se justifican en la edad, lo cual en la opinión de quien esto escribe es una total falacia, y otros, con mayor razón no ven ningún incentivo por razón de tener estudios superiores.

 Otra acción importante a tomar podría constituirse en mejorar las condiciones salariales de este gremio estimulando la creación literaria, misma que es escasa inclusivo a nivel superior y que va de la mano con la ausencia de investigación científica.

De esa cuenta cabría preguntarse además ¿Por qué en países como Alemania, la educación siendo pública y gratuita es de las mejores del mundo? La respuesta es simple: es por el hecho de que en dicho país el gobierno solamente lleva a cabo funciones mínimas, con lo cual puede destinar más recursos fiscales para la educación, en lugar de gastar en dependencias que no son rentables desde ningún punto de vista, cosa que sí ocurre en Guatemala.

 En conclusión, si este país desea tener ciudadanos mejor educados para afrontar los retos que impone el desarrollo económico mediante la globalización, el gobierno central debe reducirse para que mayores recursos sean destinados a la educación pública pero dentro de un marco de productividad para el gremio magisterial, sin pretensiones sindicales que a todas luces son inaceptables por carecer de toda lógica.

“El fundamento entero de nuestra sociedad libre se haya gravemente amenazado por los poderes que los sindicatos se han arrogado…” Friedrich A. Hayek

 BIBLIOGAFÍA:

Hayek, Friedrich A. Los fundamentos de la libertad. (1975) Cuarta Edición. Unión Editorial S.A.

Constitución política de la República de Guatemala. 31 de Mayo de 1985

Quetzaltenango, 11 de mayo de 2013.