RESUMEN NO. 3
EL PROBLEMA DE LOS “GORRONES”
“En un contrato social todos los miembros
de la comunidad se ponen de acuerdo para tomar todas las decisiones colectivas
relativas a la provisión y al reparto de los costos de un bien público puro…”
James Buchanan
Bajo un orden social, es posible encontrar toda una serie de
manifestaciones y actitudes que permiten aseverar que este sistema de
organización es el mejor, ya que beneficia a todos los participantes por igual.
Pero… ¿Qué sucede cuando se presenta la situación de que algunos ciudadanos
contribuyen a través de sus impuestos a la prestación de ciertos servicios que
son de uso común, mientras que otros por el contrario no contribuyen
absolutamente en nada, pero si quieren recibir los beneficios? Es ahí cuando se
presenta el problema de los Freeriders,
más conocidos en Guatemala como “gorrones”.
Todo grupo social, en definitiva debe su buen funcionamiento al hecho de
que todas las acciones libres de sus integrantes están sujetas a normas de
recto comportamiento, espontáneas y de aceptación general, puesto que este
proceder permite así el establecimiento de una infraestructura de derechos
tanto humanos como de propiedad, que permiten no solo actividades como el libre
comercio con todas las ventajas que este implica, sino que además y de forma
coactiva, ya que esta es la función del Estado, se hace necesario contratar
otra serie de servicios que de forma individual, simplemente serían imposibles
de costear por parte de los usuarios.
De esta manera, servicios tales como: la electricidad, agua potable,
servicio de recolección de basura, limpieza de calles, parques y otros que son
de uso común, requieren para su existencia de la colaboración mediante
impuestos de los ciudadanos, sin embargo, en algunas ocasiones, y en virtud de
no aplicarse la ley bajo el contexto de un Estado de Derecho, muchos de los que
se ven beneficiados, exigen la prestación de los servicios mencionados como un
“derecho inherente” pero no quieren pagar por recibirlos.
Así, y tal como se menciona en (Buchanan, 1975) un orden espontáneo representa un
contrato entre dos partes que permite minimizar los costos de transacción en
los servicios, a través de acuerdos explícitos, lo cual implica que bajo este
contexto no se considera como justo el hecho de que una mayoría contribuya
cubriendo los costos de los servicios mientras que otros, aduciendo cualquier
tipo de pretexto como la exclusión social o la pobreza, se rehúsen a pagarlos.
Este tipo de comportamiento minimizador del gasto por parte de los
“gorrones” , es algo que los gobiernos deben evitar a toda costa, ya que es un
hecho que su alguien se sale con la suya, otros querrán hacer lo mismo, lo que
redundará en un Estado anárquico al más puro estilo Hobbesiano, tal y como
sucede en Guatemala.
Quetzaltenango, 17 de febrero de 2015.
Bibliografía
Buchanan, J. M.
(1975). The limits of liberty, between Anarchy and Leviathan (Vol.
Vol. 7). Indianapolis: Liberty
Fund.
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