RESUMEN
NO. 1
LA
LIBERTAD TIENE LÍMITES
“Las
relaciones cooperativas son necesariamente contractuales, y deben representar
un beneficio mutuo a todos los participantes…” James Buchanan
La razón por la cual los seres humanos pueden vivir conjuntamente se
debe simplemente al hecho de que la organización social sigue siendo hoy por
hoy la mejor manera a través de la cual es posible alcanzar objetivos
individuales a través de los medios que se constituyen como los más eficientes
para este fin.
Es por este motivo que, y desde la perspectiva del individualismo
metodológico, el individuo no debe procurar jamás imponer sus propios valores,
ya que con esto solamente estará violando los preceptos que de la misma manera
y a título personal poseerán todos y cada uno de los miembros del grupo social
al que desee adherirse, siendo por ello que no debe pasar por alto el
reconocimiento de que el simplemente es solamente uno entre muchos otros,
siendo por cierto esta la manera en que el conocimiento de la ciencia avanza.
De este modo el individuo siempre está tratando de pasar de un estado
insatisfactorio a uno más satisfactorio, lo que le permite obtener
prácticamente todo lo que desea, teniendo como limitante que esto lo logrará
mediante acuerdos mutuos y pacíficos realizados entre sus semejantes.
Por lo anterior, puede señalarse diciendo que, el anarquismo puro como
tal es básica y elementalmente, algo que no puede ser, puesto que no existen de
ninguna manera mundos ideales o perfectos, puesto que son seres humanos
imperfectos quienes lo habitan y estos se encuentran así regidos por normas
mínimas de comportamiento, espontáneas y abstractas que tienen su origen en la
tolerancia y el respeto consecuentes, por lo que nadie posee la potestad de coaccionar
a terceros, siendo bajo este supuesto que surge la necesidad del Estado
limitado.
Toda relación en la cual se requiera de la cooperación de los hombres
entre sí, representa en forma tácita el ejercicio de un contrato (ya sea verbal
o escrito), el cual debe ser de mutuo beneficio para todas las partes que
participan y se benefician de él.
De lo anterior se deduce que, los individuos no pueden absolutamente
todo cuanto les plazca, sin extensión ni medida, porque esto implicaría la
inexistencia de un acuerdo mutuo que como ya se mencionó deberá establecer las
limitantes para cada acción, misma que se considerará válida mientras no
transgreda el derecho y la propiedad privada de sus semejantes.
Bibliografía
Buchanan, J. M. (1975). Los límites de la libertad:
Entre la anarquía y el Leviathan. (I. Liberty Fund, Ed.) Indianapolis,
Indiana, Estados Unidos de América.
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