ARTÍCULO NO. 9
LAS CAUSAS DEL ATRASO CULTURAL EN CHINA E INDIA
“Cometer
un error y no corregirlo, es otro error…” Confucio
Cabe preguntarse
¿Por qué las civilizaciones occidentales europeas llegaron primero al
desarrollo industrial?, ¿Por qué no sucedió lo mismo con otras que tenían todo
para llegar a ser prósperas, tal es el caso de la China y la India? Puede ser
un tanto complejo responder a tales interrogantes, sin embargo, puede decirse
de una manera simple que, en general las sociedades pueden dividirse en dos
tipos: aquellas que son abiertas o que interactúan con su entorno, y las que
son cerradas y que no tienen interacción alguna con el medio que los rodea.
Esta es fundamentalmente la razón de que las sociedades logren o no progresar.
Para el caso
particular de China, esta civilización
contaba con herramientas científicas y tecnológicas que la hacían
proclive inclusive a superar a los países occidentales. Dominaban ya el
pensamiento matemático y algebraico, pero a diferencia de Grecia no aplicaron
la geometría de tipo deductivo, lo cual les hubiera permitido buscar
aplicaciones prácticas para sus conocimientos. El cuestionarse los fenómenos y
tratar de explicarlos, no estaba acorde con los preceptos de la religión
Budista, de ahí que sus aplicaciones en la física se regían en los conceptos
metafísicos del Ying y el Yang, es por eso que sus conocimientos no superaron
el nivel pre- renacentista.
Su escala de
valores, de la misma manera era muy diferente al occidental, en cuanto a que
éstos pretendían al hacer ciencia, ejercer dominio sobre las fuerzas de la
naturaleza, mientras que los chinos procuraban más bien “acomodarse” a un
entorno esotérico, natural y humanitario, siendo así solamente dos las
preocupaciones más grandes de esta civilización como lo eran: el encontrar al
mejor gobierno y el arte del conformismo ante la adversidad y la pobreza; tales
eran así las filosofías de Confucio y Lao Tse.
De esa cuenta la
administración pública tenía como finalidad establecer un orden social
inmutable que debía estar en completa armonía con el cosmos, y que cuando este
orden era alterado deliberadamente, se suscitaban los infortunios del hombre
por atreverse a intentar controlar su destino, lo cual en la actualidad
constituye un verdadero atentado contra la libertad.
De la misma
manera, siendo como lo era, una sociedad de puertas cerradas, sus Emperadores y
líderes religiosos, se consideraban perfectos y por lo tanto, poco o más bien
nada tenían que aprender de los extranjeros. Esto cambió después de la llegada
de los misioneros jesuitas entre los siglos XIII y XVI.
Para el caso
particular de la India, es importante mencionar que existe evidencia de cierto
progreso técnico, mismo que se nota en la metalurgia, laqueados y textiles,
como también en las técnicas de meditación trascendental como el yoga.
En un principio
esta civilización profesó la religión budista, pero sus adeptos fueron
expulsados por los brahmanes, clase sacerdotal y más importante entre los
hindúes, dando origen así a su propia religión.
El fracaso en el
desarrollo industrial de India se puede atribuir al igual que a China, a una
forma muy distinta de comprender el mundo, ya que mientras los occidentales
procuraban dominarlo, los hindúes más bien lo que pretendían era escapar de él,
a través del dominio de sí mismos y de la vida espiritual o sea, la liberación
por medio del yoga.
Esta técnica de
meditación, hace que el pensamiento humano pase a un estado de abstracción bajo
el cual se desvincula momentáneamente del mundo, buscando dentro de sí mismo la
respuesta a todas las inquietudes y preocupaciones de la vida, sin lograrlo por
supuesto, ya que irremediablemente después de este ejercicio mental deberá
volver a su condición de ser humano común y corriente, debiendo así enfrentarse
de nuevo a la realidad de la que tan afanosamente trata de escapar.
Como puede
observarse, ambas civilizaciones tuvieron en sus manos la clave para ser
inclusive muy superiores a la civilización occidental, pero su manera de ver el
mundo y su rechazo a las demás expresiones culturales foráneas, fue lo que,
condicionó el atraso y posterior sometimiento por parte de, en el caso de
China, el régimen Comunista, el cual perdura a la fecha; y por el lado Hindú la
colonización inglesa, la cual perduró hasta muy entrado el siglo XX.
El fanatismo
religioso, dogmático y metafísico fue de esta manera el responsable de su
fracaso. Esta es una lección que los nuevos occidentales, esto es, América, no
debe nunca olvidar.
“Mientras
sigan enredados en el mundo espiritual, no podrán distinguir lo real de lo
irreal…” Sai Baba
REFERENCIA
BIBLIOGRÁFICA:
Rougier,
Louis. El genio de Occidente. Segunda edición (2005). Unión Editorial, España.
Quetzaltenango,
6 de marzo de 2014
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