ENSAYO FINAL ANARQUÍA, ESTADO UTOPÍA: ¿ES POSIBLE UN ESTADO MÍNIMO ENTER LA ANARQUÍA Y EL INTERVENCIONISMO?
ENSAYO FINAL
¿ES
POSIBLE UN ESTADO MÍNIMO ENTRE LA ANARQUÍA Y EL INTERVENCIONISMO?
“La
pretensión de legitimidad del Estado induce a sus ciudadanos a creer que ellos
tienen cierto deber de obedecer sus edictos, pagar sus impuestos, luchar en sus
batallas, etc., y así algunas personas cooperan con él en forma voluntaria…”
Robert Nozick
Mucho se ha
debatido dentro del marco de la Escuela austríaca de la economía acerca de la
posibilidad de la reducción del Estado, ese ente controlador al cual los
ciudadanos le otorgan ciertos poderes dentro del ámbito de ejercer el gobierno,
pero que al final suele abusar de los mismos evidenciando a la vez una
megalomaníaca propensión a extenderlos y ampliarlos de forma inconsulta y
totalmente arbitraria.
En ese orden de
ideas, el voto democrático ejercido por los ciudadanos, mismo que puede
convertirse en una dictadura de la voluntad popular, es al final el que le
otorga los políticos partidistas la prerrogativa de poder acceder a círculos de
poder que derivados de esa extensión de las funciones mínimas de los gobiernos,
solo logran así ampliar su círculo de influencia, con resultados totalmente
contrarios a los esperados por los ciudadanos que demandan a su vez mayor
intervención del ente gubernamental, creyendo vanamente que con esto se
resolverán los problemas más urgentes que afectan al Estado, esto es, los
ciudadanos, el gobierno, la justicia y la territorialidad.
De esta manera,
la historia a través de sus consecuentes relatos, da cuenta de todos los
desmanes, problemas e ineficiencias que el intervencionismo estatal ha
provocado y que en muchos casos ha provocado revoluciones civiles las cuales
esgrimiendo toda una serie de ideologías inoperantes que se traducen asimismo
en errores intelectuales, ha conducido a varios países a caminar por una vía
totalmente contraria a los principios de la libertad, siendo esta la razón por
la cual, se cuestiona no sin razón, la existencia del Estado mínimo en las
vidas de los seres humanos. ¿Acaso es necesaria la presencia del ente
gubernamental para que una sociedad salga adelante? Y más aún ¿Es posible
dentro del marco del así llamado Estado mínimo lograr un equilibrio de fuerzas
entre el anarquismo y el intervencionismo?
Para poder
responder adecuadamente esta pregunta, cabe señalar que se entiende al
anarquismo como aquella línea del pensamiento austríaco, por el cual sus
defensores alegan que no es necesaria la presencia del gobierno en las
sociedades humanas, ya que los ordenes espontáneos tienden a establecer por la
misma interacción libre entre individuos los mecanismos por los cuales cada
persona sabe cuáles son sus derechos y obligaciones y que transgredir el
derecho de sus congéneres le hace acreedor a una penalización, debiendo así los
miembros de ese pacto social sujetarse a él, si desean ser parte de los
beneficios que se obtienen derivados de la propiedad privada y de la división
del trabajo.
Por aparte, el
intervencionismo es todo lo opuesto a la anarquía, ya que este propicia
mediante la voluntad popular como ya se mencionó, la intromisión de los
gobiernos en todo el quehacer de los miembros de la sociedad, pudiendo
adjudicarse inclusive la potestad de invalidar los derechos inalienables de los
ciudadanos tales como el derecho a conducir su vida, la propiedad privada y la
libertad.
Así, puede
concluirse que bajo ninguna circunstancia es posible alcanzar un Estado mínimo
entre la anarquía y el intervencionismo, ya que cada uno de estos representa un
extremo que al menos en el primer caso estaría más cerca de dicho ideal pero
que al final debe reconocerse que los individuos en una sociedad necesitan para
no destruirse entre ellos, la presencia de un árbitro que fije las reglas de
juego, pero que no las utilice para
beneficiar a nadie en particular, siendo esta la razón por la cual la reducción
del Estado, solo puede lograrse mediante una reforma profunda a la Constitución
Política de la República de Guatemala, situación que está muy lejos de
concretarse, toda vez que los mismos políticos partidistas quienes buscan sus
particulares intereses, no permitirán que esto suceda, lo cual derivará en un
retroceso cada vez más evidente y que será notable desde el ámbito del
desarrollo del país.
Quetzaltenango,
29 de octubre de 2015.
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