ARTÍCULO NO. 1
DE AMÉRICA A FRANCIA… LA AVENTURA LIBERTARIA DE
ALEXIS DE TOCQUEVILLE
“Hay más luz y sabiduría en muchos hombres
reunidos que en uno solo…” Alexis de Tocqueville
Corría el año de 1831, una época para la cual
parece que el siglo XIX, representó un inusitado giro en la historia política
del mundo, por todas partes en el continente americano, se escucha solamente
una palabra… “Libertad”. Ese anhelo tan preciado, tan necesario, pero a menudo
y de igual manera, tan poco comprendido por los hombres, quienes en busca de su
propio beneficio, sin proponérselo, tal y como en una ocasión lo mencionó Adam
Smith, mediante un impulso invisible logran así, beneficiar a sus congéneres.
Pues bien, durante este momento histórico tan
convulso, un joven de origen francés, nacido de cuna noble, tuvo la inquietud,
en virtud de ser magistrado de justicia en su país natal, de indagar acerca del
sistema penitenciario norteamericano, cosa que le interesaba sobremanera. Lejos
estaba el joven Conde de Tocqueville de imaginarse siquiera, que la floreciente
libertad que se respiraba en los Estados Unidos de América, influiría de manera
muy profunda en su pensamiento y en sus convicciones.
Le llama poderosamente la atención, el concepto
de Democracia y la forma en que esta se desarrolla en dicho país, notando que
dicho método para acceder al gobierno, establece por así decirlo, ciertas
condiciones de igualdad, mismas que a Tocqueville le chocaban, puesto que dicho
proceso en Francia y en general en Europa, no solo no se encontraba tan
desarrollado como en el nuevo continente, sino que además estaba regido por la
centralización del Estado. Quizás hasta se haya puesto a pensar, ¿Cómo es
posible que los ciudadanos norteamericanos, puedan llevar a cabo un proceso
democrático en el que todos participan con los mismos derechos pero también con
las mismas obligaciones?
Y más aún, ¿Qué es lo que permite que ese
sentimiento democrático posea un carácter universal? Esto a su vez implica que
la Democracia no es un mero accidente producto de la casualidad, o de una moda,
sino que es el resultado de la demanda de una sociedad que a gritos desea ser
libre.
Tocqueville puede así darse cuenta de que este
proceso ya no puede detenerse puesto que se ha fortalecido con los años,
logrando debilitar de la misma manera a sus enemigos. Y mientras que en Europa
aún predominan las aristocracias cuyo basamento estaba vinculado a la
desigualdad y la jerarquía de los principados, en América por el contrario es
posible que cada persona dentro del marco de su libertad sea capaz de elegir,
sin sentirse condicionada o agredida por ningún ente de mayor jerarquía política,
pero bajo un marco de igualdad ante la ley.
De la misma manera, pudo notar los
extraordinarios beneficios que posee al interior, la libre asociación de
individuos, quienes de manera espontánea logran sus fines individuales gracias
al fenómeno de la cooperación social, algo que los hace más fuertes, y es que
al final una nación puede ser la más ignorante o hasta la más insignificante,
pero sus miembros podrán vivir en paz, ya no porque deseen vehementemente estar
mejor, sino porque saben que viven mejor.
Se destaca asimismo que, el concepto de
igualdad a menudo suele ser más importante para el hombre que la libertad
misma. Y es que cabe decir que la igualdad levanta ardientes pasiones, de tal
manera que se desea que todos sean iguales en libertad.
Sin embargo, cabe decir, según notó Tocqueville
que la igualdad posee así dos aristas: la primera de ellas pretende que todos
los individuos tengan fortaleza y sean estimados; la segunda, genera el impulso
entre los grupos débiles a sumar a quienes se consideran como fuertes, a su
nivel, lo cual únicamente logrará convertirlos tanto en “viles” como en
“serviles”. Esto tiene a su vez consecuencias políticas, pues es inevitable el
hecho de que la igualdad social conduce así a la igualdad política. De ahí que
el ciudadano tendrá que elegir entre la soberanía –o dictadura- de todos o el
poder absoluto de una sola persona sobre todos los demás.
Esto al final constituye un grave peligro para
el futuro en libertad, ya que una tiranía de mayorías se traduce así como el
principal peligro de un estado Social Demócrata. En ese sentido Tocqueville
hace notar que la opinión de las mayorías tiende indefectiblemente hacia
gobiernos tiranos, pudiendo estos ser tan opresivos, como el de un gobernante
déspota.
Bibliografía:
Amurrio,
Jesús. Clásicos del pensamiento político. 3era. Edición (2009). Universidad
Francisco Marroquín.
Quetzaltenango,
28 de septiembre de 2013.
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